1. Lagos de Carintia
Carintia es una región situada al sur de Austria, en los Alpes. Se caracteriza por ser una de las zonas con los paisajes más bonitos del país. En ella hay infinidad de lagos escondidos entre las montañas. Tuve la suerte de visitar cuatro de ellos y todos me dejaron impresionada. Entre ellos me gustaría destacar el lago de Worthersee, en el que se pueden alquilar barcos para llegar al medio del lago y darte un chapuzón.
Otro de los lagos más famosos y el que más me gustó fue el lago de Weissensee. Allí hicimos una ruta de senderismo de siete quilómetros y nos dimos un baño de camino. En este lago solo se permiten un cierto número de barcos a motor para conservar la calidad del agua, el resto de los barcos tienen que ser de vela o remo.
2. Café Vienés
Viena es una ciudad con una larga cultura del café. Se dice que es en esta ciudad donde empezó la cultura del café en Europa. En toda la capital se pueden encontrar cafeterías legendarias con una larga historia. Uno de ellos es el Café Hawelka, que se encuentra en el número 6 de la calle Dorotheergasse. Su decoración del siglo XX le da ese ambiente antiguo que lo hace tan especial. Merece la pena sentarte en una de esas mesas a observar cada detalle mientras saboreas uno de los mejores cafés de Viena.
3. Tarta Sacher
La Tarta Sacher es una tarta de chocolate muy típica de Austria. Fue inventada en 1832 por Franz Sacher y desde entonces ha deleitado a todo aquel que ha tenido la suerte de probarla. El café Sacher se encuentra junto a la Ópera de Viena, al lado del Hotel Sacher. Aunque la tarta se puede probar en muchas otras cafeterías, esta es la original. No solo merece la pena visitar el café por su tarta, sino que también es admirable su decoración interior.
4. Palacio de Schonbrunn
Si Viena destaca por algo, es por sus innumerables edificios y palacios de incalculable valor histórico, y el Palacio de Schonbrunn es uno de ellos. También conocido como el Versalles Vienés, este palacio construido a finales del siglo XVII fue convertido en residencia veraniega de los Habsburgo por María Teresa. Continuó siendo residencia veraniega hasta principios del siglo XX, cuando se puso fin a la monarquía. El palacio fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1996.
La visita al Palacio es muy recomendable. Se pueden visitar más de 30 salas mientras una audioguía disponible en 10 idiomas distintos te cuenta la historia de cada una de ellas. La grandeza y los infinitos detalles del palacio te dejarán boquiabierto.
5. Cerveza
Austria tiene una tradición cervecera muy antigua, y su cerveza es considerada una de las mejores del mundo. Entre ellas encontramos la cerveza Dunkel, la Radler, la Marzen y la Weibbier. Tanto si la tomas a las orillas de un lago como en una terraza en el centro de Viena, la cerveza austríaca será todo un manjar para los amantes de esta bebida.
6. Chocolate
Austria también es famosa por su chocolate, que es un souvenir indispensable que regalar a familiares y amigos. Ya hablamos antes de lo imprescindible que es probar la Tarta Sacher, que es de chocolate, e igual de imprescindible es probar los bombones Mozart, que se encuentran a la venta en cualquier tienda de souvenirs o en supermercados.
7. Museos
Viena está llena de Museos dedicados a muchas de sus celebridades. Durante mi viaje decidí ir a visitar el Museo dedicado a Sigmund Freud, que recomiendo visitar. Debido a falta de tiempo no pude ver ningún museo más pero me gustaría destacar algunos que dejo pendientes para mi próxima visita: Museo Mozart, Museo del Chocolate, Casa de la Música, Museo Madame Tussauds…
8. Viena de noche
Si pasear Viena de día es ya una maravilla, verla de noche es indescriptible. Pasear por sus calles principales, visitar la Catedral de San Esteban, tomarse un helado en una de las terrazas observando todos los edificios iluminados es algo que merece la pena hacer en la capital austríaca.
