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Pekín: el comienzo de la aventura

Actualizado: 14 oct 2019

Hace más de 4 años desde la primera vez que puse un pie en China, y después de estos años de aventuras en este lado del mundo he decidido dar comienzo a esto. “Non era sen tempo” dicen en mi tierra.

6 horas de coche y 18 horas de avión fue lo que me costó llegar a este país, en dónde me disponía a vivir durante los próximos 6 meses. ¿Ganas? Sí. ¿Nervios? Más aún. Pero si hay un buen lugar para empezar una aventura en China, si hay alguna ciudad que represente bien lo que este país está dispuesto a enseñarte, esa ciudad es 北京, literalmente “La Capital del Norte”, o como la conocemos en Occidente, Pekín.

Pekín es una ciudad en la que no importa el tiempo que pases, nunca será suficiente. Durante los seis meses que estuve viviendo allí, no me dio tiempo a verlo todo.

Modernidad y tradición mezcladas en una única ciudad llena de encanto que enamora desde el primer día a todo aventurero que esté dispuesto a perderse por sus rincones. Aquí podréis encontrar un breve resumen de Pekín, su historia y los lugares de interés turístico.


Pekín, Houhai


HISTORIA

Llevaba dos años cursando chino en la universidad y sin embargo conocía muy poco de la historia de esta ciudad antes de venirme. Aquí, me acerqué un poco más al pasado de Pekín, y por lo tanto al de China.

Pese a que siempre hubo asentamientos en la zona, Pekín fue establecida como ciudad sobre el siglo X, cuando la Dinastía Song pierde este territorio ante la Dinastía Liao y esta establece aquí su capital. Más tarde, en el silgo XIII la Dinastía Mongola Yuan reconstruye la ciudad , marcando el comienzo de la ciudad que es hoy la capital de China. Sin embargo, cuando la Dinastía Mongola fue derrocada por la Dinastía Ming, esta última decide establecer su capital en Nanjing (Nankín, de la que hablaré en próximas entradas), para poco después devolver el puesto de capital a la bella Pekín.

Cuando pensaba en Pekín, una de las primeras cosas que se me venía a la cabeza era: gente, mucha gente… Y la verdad es que es así, Pekín se convirtió en la ciudad más poblada del mundo alrededor del S XV y mantuvo el puesto unos cuantos siglos. Hoy en día sigue estando en el top 5.

Como capital de la gran China, y con una historia tan larga, Pekín tiene muchas cosas qué ver. Viviendo allí, casi cada fin de semana se lo dedicaba a un lugar en concreto y aun así se me quedaron cosas sin ver. Para poder ver lo más importante y, por supuesto, poder ir a la Gran Muralla, sería necesario dedicarle una semana. Mínimo.


¿Qué es lo que no te puedes perder?


PEKÍN ANTIGUO



Ciudad Prohibida

El gran icono de Pekín, La Ciudad Prohibida, 故宫 o 紫禁城, se encuentra en el centro de la ciudad. Se trata de un complejo palaciego de 980 edificios que ocupa una superficie de alrededor de 70 hectáreas. Fue construido durante la Dinastía Ming por el emperador Zhu Di (o Yongle) a principios del siglo XV. Era la residencia del emperador en aquel entonces, y su nombre se debe a que nadie podía acceder al complejo sin la autorización del mismo. El complejo fue hogar de más de veinte emperadores hasta que en 1912, tras la abdicación del último emperador, dejó de ser el centro político. En 1924 se convirtió en museo y más tarde, en 1987, fue declarada Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Hoy es uno de los lugares más visitados de China así que entrar en la Ciudad Prohibida en temporada alta puede suponer un rato de cola, pero nunca nada del otro mundo, el complejo es bastante grande.

Tuve la oportunidad de visitar la Ciudad Prohibida dos veces y ambas me quede maravillada con la inmensidad del complejo. La segunda vez incluso descubrí lugares que no había visto la primera. Aconsejo que os perdáis por los miles de rincones que tiene, e incluso intentar encontrar algún lugar más apartado de las masas para apreciar la arquitectura y sus detalles con más calma. No os sorprendáis si se acercan chinos a pedir fotos, no están muy acostumbrados a ver extranjeros así que se quedarán casi tan maravillados contigo como con la Ciudad Prohibida.

La Ciudad Prohibida se encuentra a un lado de la Plaza de Tian’anmen (天安门广场,literalmente la Puerta de la Paz Celestial, otra parada necesaria en el itinerario. Fue construida como símbolo de la creación de la República Popular China en 1949. En ella se encuentran dos importantes edificios: el Museo Nacional de Historia y el Gran Palacio del Pueblo. Hacia el sur de la plaza podemos encontrar el Mausoleo. Esta plaza es de las más grandes del mundo, y en una ciudad como Pekín, un lugar tan amplio como la plaza de Tian’anmen deja boquiabierto a cualquiera.

Si seguimos caminando hacia el sur, pasaremos la “Puerta Delantera” o Qianmen (前门), una puerta y torre de vigilancia de la antigua muralla de la dinastía Ming. Esta puerta nos dará paso a la parte sur de la ciudad antigua: el conocido Hutong de Qianshi.

Si hay algo que me gusta de Pekín, son los Hutong o 胡同. Un hutong es un barrio de callejones estrechos de casitas tradicionales que pertenecen al casco antiguo. Fueron construidos durante las dinastías Yuan, Ming y Qing. Desgraciadamente, algunos de ellos han ido desapareciendo para ser reemplazados por barrios más modernos. Sin embargo, aun podemos disfrutar y aprender de la vida tradicional pekinesa al visitar algunos de ellos.

Además del hutong de Qianshi, otros hutong famosos son: Hutong de Jinsitao y los hutongs situados en la parada de metro de Nanluoguxiang (南锣鼓巷). En el hutong de Nanluoguxiang se encuentra la torre del tambor y el lago Shichahai (什刹海), que tiene mucha vida en la noche.


Hutong de Nanluoguxiang

Este hutong es uno de mis favoritos. Tiene un significado especial para mí por dos motivos. El primero es que la primera vez que lo visité fue de las primeras veces que me sentí maravillada por este país, siendo también una de mis primeras visitas turísticas en la capital. El segundo motivo es que, cuando mi familia vino a visitarme, también sintieron esa sensación que yo sentí. Mi madre confesó, con una sonrisa en el rostro, que no se esperaba China así.

Sin embargo, si preferís algo menos turístico, hay hutongs menos famosos como el que se encuentra entre la parada de metro de Zhangzizhonglu (张自忠路) y la de Beixinqiao (北新桥). En mi última visita a Pekín (en Enero de 2019) decidí quedarme en un hotel en este hutong. Es bastante tranquilo y no está comercializado, solo viven locales. Me pareció muy especial quedarme aquí porque me pareció un Hutong mucho más auténtico que los anteriores.


Palacio de Verano

Otro lugar de visita obligada, y otro de mis lugares favoritos en Pekín, es el Palacio de Verano o 颐和园, literalmente Jardín de la salud y la armonía, situado al noroeste de la ciudad. Fue construido como residencia de verano del emperador Qianlong a mediados del siglo XVIII. Está situado en torno a un lago artificial llamado Lago Kunming. El palacio sufrió las consecuencias de la Segunda Guerra del Opio en el sigo XIX y la emperatriz Cixi decidió reconstruirlo a finales del siglo para utilizarla como residencia temporal y sede del gobierno. Destaca en él el Gran Corredor o 长廊, un pasillo techado de casi un kilómetro de longitud a las orillas el lago, decorado con pinturas de la historia de China. Otros monumentos destacados son el Barco de Mármol o 石舫 y el Puente de los Diecisiete Arcos o 十七孔桥. De todas formas, el parque del Palacio de Verano está lleno de rincones increíbles, y merece la pena dedicarle un buen rato. Si está el día despejado, es recomendable ver el atardecer desde la orilla este del lago. Este atardecer es de los más bonitos que he visto en China, me pareció increíble ver cómo el cielo se teñía de rojo al mismo tiempo que lo hacía el lago, y pese a que había mucha gente, me transmitió una enorme sensación de paz.

Por último, no se puede visitar Pekín sin organizar una excursión a algún lugar de la Gran Muralla, a la que próximamente dedicaré otra entrada.


TEMPLOS

Para los que prefieran disfrutar del lado más espiritual de Pekín, esta ciudad cuenta con grandes joyas como el Templo del cielo o 天坛 que fue creado alrededor del siglo XV como un lugar de culto al cielo y agradecimiento por las buenas cosechas. Hoy en día, esta zona se ha convertido en el lugar de encuentro de personas mayores para realizar diferentes actividades como jugar al Mah-jong o bailar. Recuerdo quedarme muy sorprendida por esto último ya que era la primera vez que lo veía. En China, las personas mayores tienen la costumbre de salir a hacer ejercicio o a entretenerse con sus amigos. Esto es bastante distinto a las costumbres de las personas mayores en occidente y, en mi opinión, es digno de admirar.


Jugando al Mah-Jong


El edificio más famoso del conjunto se conoce como la Sala de Oración por la Buena Cosecha o 祈年殿. Es un edificio circular situado en el centro de una enorme plaza. En 1998, el Templo del Cielo fue declarado Patrimonio de la Humanidad.


Sala de la Oración por la Buena Cosecha

Otro de los templos más emblemáticos de la capital es el Templo de Yonghe (雍和宫), un templo budista tibetano construido en la dinastía Qing. Este templo también se conoce como Templo de los Lama ya que se convirtió en un importante monasterio para los monjes Lamas. El olor de incienso inunda los distintos pabellones de este recinto en el que se puede vivir de cerca la cultura religiosa de los chinos.

Por último, otro templo a destacar es el Templo de Confucio o 孔庙, situado muy cerca del Templo de los Lama (así que se recomienda visitarlos juntos). Este templo del siglo XIV está dedicado al pensador que le da su nombre y contiene estelas grabadas con inscripciones de grandes maestros confucianos.

Aunque estos tres son los más emblemáticos, si queremos visitar más templos en Pekín, podemos considerar los siguientes: Templo de Dongyue o Templo del Buda Durmiente (卧佛寺)


PEKIN MODERNO

Cómo he dicho antes, Pekín es una amalgama de modernidad y tradición. ¿Qué hay del Pekín moderno entonces?

Lo primero que se me viene a la cabeza al hablar del Pekín moderno es la famosa calle de Wangfujin o王府井, literalmente Pozo de la residencia del Príncipe. Wangfujin se encuentra al este de la ciudad prohibida, a solo una parada de metro (con el mismo nombre). Es la calle de compras por excelencia de la capital. Es una calle peatonal en la que lleva habiendo actividad comercial desde la dinastía Ming. El nombre tiene su origen en un pozo de agua dulce que fue descubierto en la zona. Este descubrimiento llevó a la construcción de residencias de aristócratas en torno a él. Aquí se pueden encontrar tiendas de las marcas más reputadas a nivel mundial además de algún hutong y mercados callejeros de souvenirs y comida. Uno de los mercados, que ahora desgraciadamente está cerrado, estaba dedicado a los insectos. En este mercado confirmé mis sospechas: la venta de insectos está pensada para extranjeros, los chinos no comen insectos. Recuerdo pasear por la zona con una mezcla de admiración y repulsión. Aunque he de reconocer que yo no los he probado, fue realmente divertido ver como otros extranjeros y alguno de mis amigos comía todo tipo de insectos y otros bichos.


Mercado de Insectos Wangfujin

Sanlitun o 三里屯 es otra famosa zona de Pekín. Si lo que buscamos son rascacielos y vida nocturna más al estilo occidental, este es el lugar. Podemos acceder a este barrio desde la parada de metro de Tuanjiehu o 团结湖. Es recomendable ir de noche, ¡las luces son impresionantes! Además, este es uno de los lugares en los que la comunidad extranjera sale de fiesta (aunque también hay algún hutong con ambiente nocturno, como Sichahai).


798 Distrito de Arte

Otro de mis rincones favoritos de Pekín es el Distrito de Arte o 798 Art Zone (798艺术区). Está situado al noroeste de Pekín, cerca de la parada de metro de Wangjing East (望京东). En la década de los 50 esta era una zona de fábricas de electrónica. El distrito recibió este nombre porque la primera fábrica en convertirse en centro de arte fue la del número 798. Fue con la entrada del nuevo milenio, cuando esta zona empezó a utilizarse para fines artísticos y se llenó de estudios, galerías, restaurantes y bares. Es una zona de arte contemporáneo, alejado del Pekín tradicional del que hablábamos antes. Fui a este barrio poco después de llegar a Pekín, buscábamos algo distinto y alguien nos habló de esta zona. Cada rincón, cada detalle, me hacía pararme a sacar una foto.


798 Distrito de Arte

Siguiendo en esta línea de modernidad, también se puede visitar el Parque Olímpico, donde se encuentra el Estadio Nacional conocido como el Nido, que destaca por su particular diseño. Se encuentra en la parada de metro de Olympic Sports Center o 奥体中心.


PARQUES


Atardecer en el Palacio de Verano

Pekín es una ciudad en la que los parques no escasean. El Parque de Houhai (后海), situado junto al hutong de Nanluoguxiang, destaca por su lago y su ambiente nocturno (como ya he mencionado anteriormente). En invierno, el lago se congela y la gente aprovecha para patinar sobre hielo.


Beihai

Otro parque emblemático de Pekín es el Parque de Beihai (北海). Este parque también se extiende alrededor de un lago y cuenta con numerosas pagodas y pabellones. Al subir a la pagoda blanca, en la colina del parque, se puede ver la Ciudad Prohibida.

Para los que viajen en otoño, al noroeste de la ciudad, un poco más lejos que el Palacio de Verano se encuentra el parque de las Colinas Fragantes (香山). En otoño, los árboles toman un color rojizo que le da un toque distinto al parque. En otras épocas del año tampoco está mal, pero en otoño es visita obligada. (Aunque está mal que yo lo diga, yo fui en invierno y no pude ver los árboles en tono rojizo… pero sin duda es uno de mis sitios pendientes)

Por último, el Antiguo Palacio de Verano o 圆明园, literalmente Jardines de la Perfecta Claridad, también está situado al noroeste. En este recinto sirvió de residencia para la corte hasta su destrucción en la Segunda Guerra del Opio. Ahora solo quedan las ruinas ya que no fue reconstruido. Visité estos jardines poco antes de marcharme de Pekín y lo que me pareció más interesante de este parque es que las ruinas tienen un estilo arquitectónico que se acerca al de Occidente. Después de unos meses en China, no me esperaba encontrarme un sitio así.


COMPRAS POR PEKÍN

Como ya mencioné anteriormente, la zona de Wangfujin es la calle de compras por excelencia. Sin embargo, Pekín es conocido por sus grandes mercados de falsificaciones: el Mercado de la Seda y el Mercado de la Perla.

El Mercado de la Seda es el más conocido. Se trata de un enorme edificio en la parada de metro de Yong’anli (永安里). Este edificio tiene seis plantas de tiendas organizadas por artículos: bolsos, zapatos, ropa, souvenires, tecnología… Es un paraíso para todo amante del regateo: el vendedor pondrá un precio muy alto al producto y un buen regateador será capaz de sacarlo a menos de la mitad. No hace falta saber chino para adentrarse en este mercado, la mayoría de los comerciantes hablan un poco de todos los idiomas (de hecho reconocían que éramos españoles antes de entrar en la tienda). Además, para el regateo sacan una calculadora para no dar lugar a malentendidos. En este mercado he sufrido y me lo he pasado en grande, he llegado a pasarme más de una hora regateando el precio de un único producto, y aunque en ese momento quería pegarme un tiro, ahora cuando lo recuerdo se me dibuja una sonrisa. Mi familia decidió pasar cuatro de sus diez tardes del viaje en este mercado, acabaron realmente encantados. En el Mercado de la Seda se puede pagar en efectivo, con tarjeta de crédito o con algunas de las aplicaciones de pago chinas como WeChat o Alipay.

El Mercado de la Perla (红桥珍珠市场) recibe este nombre porque las plantas superiores están destinadas a la venta de perlas. Sin embargo la planta inferior también está destinada a la venta de falsificaciones. Está situado cerca del Templo del Cielo.


VISITAS ALTERNATIVAS:

El zoo de Pekín se encuentra al noreste de la ciudad. En él podemos encontrar especies animales exclusivas de China, incluido el oso panda. Además hay diferentes actividades y espectáculos a lo largo del día. Aunque parezca mentira, este fue el primer lugar en el que vi osos panda y elefantes (mi animal favorito).

El Puente de Marco Polo, también conocido como Lugou Bridge (卢沟桥) se encuentra al suroeste de la ciudad. Para llegar al puente hay que bajarse en la parada de metro de Dawayao (大瓦窑) y luego coger el bus 339. El puente fue construido por primera vez en el siglo XII y recibe este nombre porque, al parecer, Marco Polo lo elogió tras su visita a oriente.

Al norte de la ciudad también podemos visitar unas Tumbas de la Dinastía Ming (明十三陵). Se trata de tumbas de emperadores y emperatrices de la Dinastía Ming, además de las tumbas de algunas de sus concubinas. Fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad en 2003. Para llegar a las tumbas hay que bajarse en la parada de metro con el mismo nombre (en la línea de Changping) y luego coger un bus (líneas 872,879,314,878,67). Durante mis seis meses en Pekín no tuve la ocasión de visitar esta zona, así que la visité durante mi último viaje a Pekín en Enero de 2019. Me gustó el hecho de que está muy alejada de la ciudad, no hay edificios cerca y es muy tranquila.

Por último, un lugar curioso de Pekín es el Parque del Mundo (世界公园), que contiene réplicas de los monumentos más famosos del mundo. Esta situado al suroeste de la ciudad, cerca de la parada de metro de Dabaotai (大葆台).


Parque del Mundo



COMER

Una cosa que me gusta de China, y especialmente de Pekín, es que es muy raro comer mal. Cualquier restaurante, por cutre que parezca, va a tener comida rica (¡incluso el comedor universitario!). La mayoría de las veces las cartas solo están en chino, pero casi siempre habrá fotos para hacernos una idea de cómo es el plato.

Uno no se puede marchar de Pekín sin probar el pato a la Pekinesa (北京烤鸭). Mi restaurante favorito se encuentra cerca de Wangfujin y se llama Najia Garden Restaurant 那家花园餐厅. Este restaurante lo descubrió mi familia por casualidad, pues quedaba cerca del hotel, y es el sitio en el que comí el pato laqueado o pato a la pequinesa más rico.


DORMIR

Los hoteles en Pekín son un poco más caros que en otras ciudades de China. Para los que busquen un hotel más occidental, es aconsejable quedarse en la zona de Wangfujin, pero también es un poco más cara.

Para los que buscan lugares más económicos, en Pekín hay un montón de hostels. Mi único consejo es buscar un sitio que no esté lejos de una parada de metro ya que Pekín es tan grande que coger el metro se hace inevitable.

Para los que busquen una experiencia más pekinesa y auténtica, en los hutones hay numerosos hostels o homestay que te permitirán ver más de cerca la cultura local.


METRO

Aquí está el mapa del metro de Pekín con los lugares más importantes señalados con un círculo gris.



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